LA
SALSA EN EL CARNAVAL Por Rafael Bassi Labarrera |
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CUMBIA TIPICA - CD MONGO SANTAMARIA A pesar de que la cumbia es la médula ritmica del Carnaval de Barranquilla, nuestra magna fiesta siempre ha ofrecido espacios para que otras sonoridades se puedan gozar y bailar. El Carnaval de Barranquilla sigue siendo el gran puerto musical soñado por artistas nacionales y extranjeros para descargar toda la sapiencia y sabrosura musical. Desde lejanos
tiempos, nuestros aires folklóricos han compartido y
competido con las modas musicales de cada época
luchando, muchas veces en desigualdad de condiciones, en
lo que a promoción radial se refiere, por el favor de
los bailadores en general y de los carnavaleros en
particular. Como es de amplio conocimiento, ya en la década
de los treinta el naciente imperio musical cubano se
imponía, gracias a su poderosa radio y el son de Don
Miguel Matamoros penetró en lo profundo del alma
carnavalera, bautizándose más de un baile popular con
los títulos de sus canciones. Si no me creen los invito
a consultar al Maestro Marcos T. Barros Ariza. Para el
decenio del cuarenta, la música colombiana encontró en
talentosos músicos y geniales compositores, como Lucho
Bermúdez y José Barros Palomino, al libero y el stopper
capaces de frenar las ansias goleadoras de los hábiles
delanteros antillanos. Ya en tiempos más cercanos, en
los años cincuenta durante la época dorada de nuestra música
popular aparece el Merecumbé de Pacho galán en pleno
apogeo internacional del Mambo de Dámaso Pérez Prado y
en esa misma década se estrena el himno de nuestro
carnaval, canción que le tocó batirse en fuerte combate
musical con el merengue A lo oscuro del Maestro Angel
Viloria. Vamos a dejar que la música nos transporte a
esas lejanas épocas, escuchando a Don Miguel Matamoros y
su trío en el arrullo prenatal titulado La Mujer de
Antonio y la exuberancia musical de Damaso Pérez Prado
en Que Rico el Mambo. ¡Ajá ! Decía que la gran competencia del tema Te
Olvide del Maestro Antonio María Peñaloza en los
Carnavales de 1954 fue el merengue A lo Oscuro de Angel
Viloria, el que aún hoy día estremece el cañaveral
cuando suena en los tradicionales bailes caseros.
Entonces no es nada nueva la presencia de la música
dominicana por estos lares. Antes de entrar de lleno en
el tema que me asignaron en estas tertulias musicales de
la taberna La Cartera, quiero hacer un piccolo paréntesis
merenguero con el clásico A lo oscuro y recordar al
caballo Johnny Ventura con La Resbalosa. Antes de continuar debo precisar que este recuento
musical, lo estoy realizando de memoria y por ello no Vamos a recordar aquellos inolvidables conciertos
gratuitos en diferentes sitios de la ciudad que fueron
acompañados del descontento del vicariato que
descalificaba la música de Ricardo & Bobby, la cual
señalaban como música de marihuaneros. Yo propongo que
honremos con 10 minutos de frenético baile a los
iluminados Ricardo Ray y Bobby Cruz. Ya en lo setenta la salsa asciende en la escala social
penetrando en la clase media de los barrios Boston,
Delicias, Recreo y aún en el señorial barrio El Prado. El Carnaval de Barranquilla en la década de los
ochenta se convirtió en el escenario natural del fenómeno
salsero más importante del caribe colombiano : el
arrollador Joe Arroyo. En este período, Joe contribuyó
a la renovación del folclor de la Costa Atlántica
aportando temas clásicos de nuestra música, así como
también a reafirmar la identidad de una salsa colombiana
y consiguió una exitosa síntesis de ritmos caribeños.
Después de superar sus problemas de salud en 1983, Joe
se constituyó en el símbolo musical de nuestra ciudad y
en el gran triunfador de los Carnavales. Escuchemos a Joe
Arroyo en dos temas que nos inflan el orgullo ñero
cuando estamos lejos de La Arenosa. Y llegamos a los noventa, en medio de la avalancha
merenguera y limpiando las sabanas de la salsita catre
han aparecido en nuestros carnavales, las más destacadas
orquestas cubanas contemporáneas : Los Van Van de Juan
Formell, segundo puesto en el Festival de Orquestas de
1994, detrás del Gran Combo de Puerto Rico y en 1995
Chucho Valdés con su grupo Irakere conquistó el Congo
de Oro. En los carnavales de los salseros puros de fina estirpe y clase, nunca dejaran de cantar y ponernos a gozar el Hermano Héctor Lavoe, el gran Maelo, el irreverente Frankie Dante, el genial Eddie Palmieri, el malote Willie Colón y los extraordinarios músicos del Grupo Libre de Many Oquendo. No olviden que nadie nos puede quitar la salsa que hemos gozado. Gracias por soportarme y los dejo con el himno de nuestro Carnaval interpretado por el amigo Gabino Pampini (TE OLVIDE) |